Una instalación de Chi Po-Hao, artista en residencia en colaboración con el National Taiwan Museum of Fine Arts (NTMOFA)
El proyecto Lightscape se centra en la relación entre la experiencia sensorial y las estructuras externas de las ciudades. Las sociedades y ciudades modernas mantienen su orden a través de la cuantificación y la estandarización. Emily Thompson, historiadora de la tecnología en Princeton, afirma que en los paisajes sociales, la influencia de la ciudad supera con creces la de la naturaleza. Más aún, estos paisajes están en un estado constante de cambio. El ruido y la luz producida por el ser humano son los subproductos inevitables de la vida moderna. Los desplazamientos y comportamientos diarios en los espacios públicos conforman nuestras memorias de la ciudad. Las distintas rutas y calles son los elementos que construyen la memoria colectiva y evocan la variedad de vida urbana. Las personas instintivamente, evitan la oscuridad, y este uso del espacio público, en función de la presencia y ausencia de luz influye en el paisaje sonoro de la ciudad.
Este sistema audiovisual generativo transforma las ordenadas luces de la ciudad en resonancias armónicas. La luz y el sonido se enmascaran el uno al otro, funcionando como base para la interacción visual y aural que puede verse en los vídeos y en la instalación.
